Tartaria en la enciclopedia

Para el relato oficial, Tartaria fue el nombre genérico que se le dió a la región de Asia central, por eso aparece en los mapas como Gran Tartaria desde la edad media hasta el siglo XIX. Pero este término no definía a ningún grupo étnico o cultural específico. Si bien los mongoles eran conocidos en Europa como tártaros, cualquier otro pueblo de la región quedaba incluído en esa denominación.

Este nombre fue cayendo en desuso con el crecimiento del imperio ruso y finalmente los mapas se fueron corrigiendo para ajustarse a la supuesta realidad.

Para los historiadores, los tártaros no eran otros que los mongoles, el imperio más grande que tuvo nuestro planeta. Los mongoles asolaron desde China hasta Polonia, Hungría y Rumania. Si no llegaron a conquistar toda Europa, fue porque en el siglo XIII, cuando más se expandieron, los problemas de sucesión a la muerte de Gengis Kan no les permitieron seguir avanzando.




Como vemos en los mapas Tartaria, El imperio Mongol y el imperio ruso estarían ocupando el mismo lugar. Los grupos étnicos que abarcaban, se fueron dividiendo con el tiempo y se integraron a distintos países bajo el dominio ruso. Los de verdadero origen propiamente mongol quedaron principalmente en Mongolia, pero los que podían llamarse pertenecientes a la etnia propiamente tártara se afianzaron en lo que hoy se conoce como República de Tartaristán, donde se continúa hablando tártaro.
Tartaristán y Mongolia



Ahora bien, esta explicación que nos dan los eruditos, la podemos tomar como viene o cuestionarla. Si los mongoles fueron un imperio tan poderoso que pudo haber conquistado el mundo ¿Dónde está su legado? ¿Cuáles son sus ciudades? ¿Cuál era su tecnología? ¿Cuál era su organización política y económica? Lo que se sabe de los mongoles es que eran pueblos nómades, que vivían en tiendas, que eran tribus que respondían a su líder el Kan, que su poderío estaba basado en su habilidad para montar y combatir, y que en su momento de apogeo eran alrededor de 200000 mongoles en total. ¿Cómo es posible que estos 200000 mongoles que estaban organizados rústicamente hayan dominado a más de 100 millones de personas en unos 35 millones de kilómetros cuadrados? Esta explicación hace agua por donde se mire.

Pastores mongoles
Pareciera ser que esta historia no es más que un parche para esconder lo que en realidad había en aquella región. Es probable que los mongoles hayan sido apenas el brazo armado de un imperio más grande y poderoso, liderado por gente que no aparece en los libros y que podría ser de un tamaño mayor al del humano común. Acaso, la gran muralla que levantaron los chinos no fuera para repeler a los mongoles sino a gente mucho más grande.
Muralla china
Es posible que el dominio que ejercieron los tártaros sobre los países de centroeuropa, haya instalado en sus tronos a gigantes, que al relacionarse con las noblezas europeas, forzaron una cruza de razas que amplió la variedad de tamaños que se podían ver en las cortes. Tal vez por eso los palacios medievales tenían las dimensiones que tenían, quizás a eso se debió el tamaño de las iglesias.
Debemos recordar que todo lo que sucedió en Asia central sigue siendo un misterio hasta nuestros días. Hay países que durante mucho tiempo no han permitido el ingreso de occidentales y recién ahora se están abriendo al mundo. En estos lugares encontramos una arquitectura fascinante que nos hace pensar cuál es su origen.
Todas estas naciones eran las que estaban puertas adentro del imperio tártaro y por eso es que su cultura es tan diferente a la del resto del mundo. En muchos de estos países se adoptó el Islam y en otros, bajo la influencia rusa, el cristianismo ortodoxo. Debido a ello la cultura anterior, la de la época del imperio tártaro, ha desaparecido. Si volvemos a las enciclopedias, encontramos que aquel pueblo en su época de apogeo, era básicamente budista, pero combinado con un chamanismo primitivo. Probablemente tampoco fuera así y los tártaros tuvieran creencias más relacionadas con la metafísica que con las religiones tradicionales, ya veremos por qué.


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